
28 Septiembre 2009
Me acaricias como si no me hubieras visto antes, con la misma ilusión.
Me pides que te hable y que te desnude, me ruegas que te dé aquello que has imaginado que yo puedo darte.
Como otras veces se lo has pedido a otros.
Como yo mismo lo he escuchado de otras muchas.
Me miras y me sonríes como si fuera la primera vez, con aquella alegría con la que nos conocimos. En realidad será la última, pero tú todavía no lo sabes.
Es posible que ninguno de los dos lo sepan. En el "todavía" cabe todo un futuro incierto. La certeza es sólo de lo vivido.
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