viernes, 27 de febrero de 2009

El peletero/Poesía Fría-El primer vuelo (2 de 4)



16 Noviembre 2007

LA PALABRA

Las conversaciones de los pájaros
dicen muy poco
pero significan mucho.


(Cortos II, W. H. Auden)

En un correo electrónico no dirigido a mí, me mostraron lo siguiente:

“En un texto védico contado por Kenneth White puede leerse: "La primera de todas las enseñanzas consiste en meditar sin fin sobre el pájaro". El caso informado por Ange Condoret (1983) sobre una niña autista, muda y asocial, Betsabé, que empezó a hacer progresos desde el momento en que una paloma en vuelo raptara su atención, propone un significado pleno a la pedagogía del texto hindú: la apertura del sujeto saliendo a la búsqueda."

El autor de este mail, psiquiatra de profesión, nos cuenta el hecho sorprendente que solamente podía comunicarse con una niña autista si entre los dos había una jaula de canarios.

En un post anterior citamos una de las seis conferencias sobre poesía que impartió Jorge Luís Borges en el curso 1967-1968, en la Universidad de Harvard. En aquella ocasión nos detuvimos en la tercera conferencia titulada “El Arte de contar historias”. Ahora lo haremos en la sexta y última “Credo de poeta”, solamente para transcribir parte de sus propias palabras su descubrimiento de la poesía.

Nos cuenta Borges, al recordar a su padre recitando a Keats, y a su “Oda a un ruiseñor”, el momento poético de esa revelación.

Thou wast not born for death, immortal Bird!
No hungry generations tread thee down;
The voice I hear this passing nigth was heard
In ancient days by emperor and clown:
Perhaps the self-same song that found a path
Through the sad of Ruth, when, sick for home,
She stood in tears amid the alien corn.


Tú no has nacido para la muerte, ¡inmortal pájaro!
No han de pisotearte otras gentes hambrientas;
La voz que oigo esta noche fugaz es la que oyeron
En los días antiguos el labriego y el rey;
Quizá este mismo canto se abrió camino al triste
Corazón de Ruth, cuando, con nostalgia de hogar,
Llorando se detuvo en el trigal ajeno.


Borges nos dice:

“¿Cómo podía entender aquellos versos que consideraban a los pájaros –a los animales- como algo eterno, atemporal, porque vivían en el presente? Somos mortales porque vivimos en el pasado y el futuro: porque recordamos un tiempo en el que no existíamos y prevemos un tiempo en el que estaremos muertos.” (…) “Yo había considerado el lenguaje como una manera de decir cosas, de quejarse, o de decir que uno está alegre, o triste. Pero cuando oí aquellos versos (y, en cierto sentido, llevo oyéndolos desde entonces) supe que el lenguaje también podía ser una música y una pasión. Y así me fue revelada la poesía.”

A nosotros no nos gusta que toda esa descripción de ese momento cumbre termine afirmando simplemente que “el lenguaje también podía ser una música y una pasión”.

Preferimos su continuación en el párrafo siguiente cuando nos cuenta que aunque “la vida de un hombre se componga de miles y miles de momentos y días, esos muchos instantes y esos muchos días pueden ser reducidos a uno: el momento en que un hombre averigua quién es, cuando se ve cara a cara consigo mismo.” Nos habla de Judas besando a Jesús y nos habla también de aquel hombre –todos somos él- que desconoce si es cobarde o valiente, hasta que en un instante, en “ese instante” la vida se lo muestra.

En la novela de Harper Lee, “Matar a un ruiseñor”, hay alguien que no descubre quién es pues siempre lo ha sabido. Pero los demás sí que averiguan, y averiguamos, quién es él.

Creíamos que era una sombra de persona, uno sin rostro, casi nadie. En un instante, en “ese instante” nos muestra su faz. Es la de un ruiseñor, la de un inocente, es un ser que todavía vive en el Paraíso, un bendito de Dios, un verdadero ángel de la guarda, alguien que sí sabe utilizar su espada, y con ella salvar la vida de unos niños amenazados por un loco lleno de odio, aunque ello signifique matarlo.

2 comentarios:

Paraula dijo...

Para mí los pájaros, son símbolo de libertad, de vuelo infinito.

También son símbolo de canción y alegría; en el trinar y en el revoletear.

Abrazo :)

El peletero dijo...

La capacidad de volar es una fuente inagotable de simbolismos y metáforas hermosas. Pero en muchos casos los mismos pájaros son unos embaucadores, ratas disfrazadas de gaviotas y buitres.

Saludos.