lunes, 30 de marzo de 2009

El peletero/El entrenamiento



7 Enero 2008

Obra en un solo acto y una sola escena.

El suelo está lleno de arena simulando una playa. En ella hallamos a dos hombres maduros, completamente desnudos, sentados ambos en sendas sillas de playa y protegidos del sol por una típica sombrilla playera llena de colores.

Los dos están de cara al público leyendo.

A sus espaldas unos árboles, un pequeño bosque de pinos mediterráneos.

Se oye el murmullo del mar, una lejana música veraniega y una mezcla indescifrable de conversaciones humanas. Risas, gritos y el ladrido de algún perro.

Mientras nuestros protagonistas leen o conversan, no paran de pasar cerca de ellos, por delante, detrás, por los lados, público de la playa, hombres y mujeres de todas las edades, también desnudos. Gente que pasea, juega, corre, o planta su toalla, se desnuda y se tumba a tomar el sol.

Todos desnudos, porque estamos en una playa nudista.

Nuestros dos principales actores están absolutamente ensimismados leyendo y tomando alguna bebida, hasta que el de la derecha, sin levantar la cabeza, le dice a su amigo que tiene a su izquierda:


- 1. Acabo de descubrir aquello que realmente permite que existan playas como ésta en la que ahora estamos.

- 2. ¿Playas nudistas?

- 1. Sí, playas nudistas.

- 2. ¿Y?, ¿qué es eso?

- 1. Según Pasolini porque el menstruo al sol no hiede.

- 2. ¿Eso dice Pasolini?

- 1. Sí, eso decía. Eso y muchas más cosas, ¿quieres que te lea algo más?

- 2. Sí, lee, ¿pero se refería a las playas nudistas?

- 1. No, ni mucho menos, pero que el menstruo no hieda siempre es una ventaja, ¿no crees?

- 2. Indudablemente es una ayuda, tienes razón.

- 1. Leo:

La mujer, cuya nobleza
se manifiesta en la hipocresía
de fingirse sólo remisa,

-llamando obediencia a su debilidad-
está enfrascada también en un trabajo manual
de mujer, ella entre mujeres…

Y no canta, no, porque jamás por los siglos
de los siglos, cantó mujer alguna a las tres de la tarde en la canícula.

El menstruo al sol no hiede.
Las bestias pacen como soñando…


- 2. ¿De qué habla?

- 1. De mujeres, ¿no te has dado cuenta?

- 2. Sí hombre, claro que me he dado cuenta, te lo diré de otra manera, ¿de cuándo habla?

- 1. No sé, deben ser los años sesenta en la Italia profunda, supongo.

- 2. Y eso de que ninguna mujer ha cantado nunca a las tres de la tarde… ¿qué significa?

- 1. No tengo ni idea, hay que estar un poco loco para cantar a esa hora.

- 2. Quizás es eso, tal vez sea eso lo que quería decir.

- 1. ¿Estar loco?

- 2. Sí, estar loco, ido, ser un extravagante, un…

- 1. ¿Romántico? ¿No hay mujeres locas?, ¿no son románticas las mujeres?

- 2. ¡Eso!, pero él lo enfatiza, dice: “por los siglos de los siglos…”

- 1. Parece misoginia, ¿verdad?

- 2. Parece, pero es extraño en un homosexual, ¿no?

- 1. No sé responderte a eso. Lo que sí sé es que el menstruo es igual antes que ahora.

- 2. No estaría tan seguro de ello. En cualquier caso es poco amable mencionarlo, ¿no crees?

- 1. Sí, no es muy amable y tampoco elegante. Además, no creo que tenga nada que ver en ello la condición de homosexual. Me cuesta creer que Pasolini fuera misógino.

- 2. Yo tampoco lo creo, pero...

- 1. ¿Pero…?

- 2. Era alguien poco convencional.

- 1. Sin duda lo era, y mucho, tanto que lo mataron.

- 2. Y lo era porque decía verdades que no pueden ser dichas.

- 1. También era de izquierdas y constantemente ponía en evidencia la hipocresía de la “sinistra”. La hipocresía de la derecha va en el sueldo que cobra, pero la izquierda…, siempre se cree bondadosa, y claro, él nunca se tragó esa tontería.

- 2. A la derecha no le importa que la llamen hipócrita, pero a la izquierda…

- 1. Sencillamente no lo soporta.

- 2. A muchos les costó entender aquello de que la policía era el verdadero proletariado.

- 1. No sé si fue ésa exactamente la expresión, pero algo parecido sí. De lo que estoy completamente seguro es que con su rostro no imprimirán camisetas como hacen con el Che.

- 2. ¡No compares!, ¡por Dios! Es como equiparar a Barrabás con Jesús.

- 1. Es verdad, no me hagas reír, es bueno ese símil, has dado en la diana. Si el Pilatos de turno volviera a pedir al pueblo que eligiera entre el Che o Pasolini, repetirían la misma elección que hicieron hace 2000 años.

- 2. Puedes estar seguro, además dirían que es democracia.

- 1. Sí, de aquella que practicábamos en la Universidad, ¿te acuerdas?

- 2. Claro que me acuerdo, a mano alzada. Antes la llamábamos asamblearia. A eso ahora lo llaman “democracia directa”. Los que mataron a Jesús ya eran demócratas.

- 1. ¿Quién mato a Jesús?

- 2. A Jesús lo mataron los mismos que mataron a Pasolini, o sea…

- 1. Todos, lo matamos todos.

- 2. Todos nosotros, no faltó ninguno, allí estuvimos debajo de aquella cruz, nadie quiso perdérselo.

- 1. Excepto su madre, y sus amigos.

- 2. Excepto ellos, sí, es verdad. María, Magdalena y Juan estaban allí para acompañarle.

- 1. (…)

- 2. (…)

- 1. ¿Qué estas leyendo?

- 2. Un relato sobre una mujer bipolar. Es un artículo de un psiquiatra que publica en el suplemento “Salud” de “El País”, Carlos Ranera. ¿Lo conoces?

- 1. No.

- 2. Escribe relatos a partir de casos que ha tratado, a la manera de Oliver Sachs, el neurólogo que escribió “El hombre que confundió a su esposa con un sombrero”.

- 1. ¡Ah, sí!, y del que se hizo la película “Despertares” con Robert De Niro y Robin Williams, ¿verdad?

- 2. Así es. ¿Quién fue el director?, ¿te acuerdas?

- 1. No, no lo recuerdo.

- 2. Yo tampoco. ¿Te leo algo?

- 1. Sí, estas historias psiquiátricas siempre son muy interesantes.

- 2. Escucha:

“Hoy debería morir o renacer, no se aún. Es el año-día 38. Óigame bien: quiero ser puta, quiero ser rica, quiero ser libre, quiero ser una diosa y una estrella, quiero hacer lo que me dé la gana, quiero estar con los hombres y con las mujeres que desee, quiero decir lo que pienso en cualquier momento y situación, quiero que la gente me vea desnuda, como fui, como soy y como quiero ser, que admire mi talento, que se despierte conmigo, se pervierta y se divierta. Quiero estar siempre como estoy ahora. Y vengo aquí para que usted certifique la muerte de la otra. Ése es su trabajo”.

- 1. Eso, naturalmente, no es literatura, ¿verdad?

- 2. No, no lo es. Eso es ciencia, pura y dura.

- 1. ¿Y?

- 2. ¿No te suena?

- 1. No me hagas reír, me suena mucho, lo llevo oyendo toda mi vida. Es una cantinela.

- 2. Igual que yo.

- 1. Habría entonces que extraer alguna conclusión, alguna lección. Alguna enseñanza diría un sabio, un gurú de esos.

- 2. Un listo quieres decir. Y si es hindú, mejor.

- 1. Eso, un listillo. ¿Y cuál es la moraleja?

- 2. ¡Y yo qué sé! No tengo ni idea, la sospecho, pero… Sí, deberíamos buscarla, intentar hallarla, pero me da pereza. A estas alturas ya…, que quieres que te diga… ¿Vale la pena?

- 1. Pues eso significa que te dan miedo las mujeres.

- 2. ¡Claro que me dan miedo!, lo reconozco, ¿a ti no?

- 1. No exactamente.

- 2. ¡Terror les tengo!

- 1. Eres un gracioso.

- 2. Más aún, ¡me dan pánico! ¿Y a ti?

- 1. Pues… yo diría que desconfianza.

- 2. ¿Lo dirías o lo dices?

- 1. Lo digo, lo digo.

- 2. Pero lo afirmas bajito, cobarde, y solamente me lo dices a mí y no a ellas, eres un gallina.

- 1. Suspicacia diría también.

- 2. ¿Por qué?

- 1. Algo no va bien cuando a pleno sol un menstruo no hiede más que a plena sombra.

- 2. Es verdad, no lo había mirado así.

- 1. Pues eso…

- 2. Ya…

- 1. En la bolsa te he visto un libro de poemas de John Donne.

- 2. Sí, llevo uno, es una edición que aprecio mucho.

- 1. Léeme uno.

- 2. ¿Misógino?

- 1. Da igual, no es necesario que lo sea.

- 2. Déjame buscar, a ver…, ése está bien, escucha:

CONSTANCIA DE MUJER

Un día entero me has amado.

Mañana, al marchar, ¿qué me dirás?
¿Adelantarás la fecha de algún voto recién hecho?
¿O dirás que ya no somos los mismos que antes éramos?
¿O que de promesas hechas por temor reverente
del amor y su ira, cualquiera puede abjurar?
¿O que, como por la muerte se disuelven matrimonios verdaderos,
así los contratos de amantes, a imagen de los primeros,
atan sólo hasta que el sueño, imagen de la muerte, los desata?
¿O es que para justificar tus propios fines
por haber procurado falsedad y mudanza, tú
no conoces sino falsedad para llegar a la verdad?

Lunática vana, contra estos subterfugios podría yo argumentar, ganando, si lo hiciera.
Pero me abstengo, porque mañana puede que yo así también piense.

(Versión de Purificación Ribes)


- 1. ¡Vaya!, lo tenía claro “Mr. Donne”.

- 2. (…)

- 1. (…)

- 2. (…)

- 1. Es un tópico decir que las mujeres son lunáticas, ¿tú crees que lo son?

- 2. No, claro que no.

- 1. ¿No, qué?, ¿que no son lunáticas o que no es un tópico?

- 2. Las dos cosas.

- 1. ¡Vale!, magnífica respuesta.

- 2, Las mujeres son como ese mar que tenemos ahí delante, van y vienen.

- 1. ¡Qué perspicaz!, ¿y los hombres?

- 2. Al revés, vienen y van, ya lo dice Donne: “mañana puede que yo así también piense”.

- 1. No te crees nada de lo que dices.

- 2. Si no me creo nada de lo que dicen los demás y solamente la mitad de lo que veo, como voy a…

- 1. Cómo vas a creer lo que tú mismo dices, ¿verdad?

- 2. Exactamente.

- 1. A eso se le llama cinismo.

- 2. Sí. C-I-N-I-S-M-O, con todas las letras.

- 1. Eres un cínico.

- 2. Lo soy, pero… en realidad las mujeres solamente tienen una idea en la cabeza.

- 1. También eres un sarcástico. ¿Solamente una?

- 2. Sí, sólo una.

- 1. ¿Cuál?

- 2. El nido, todo lo que no tenga que ver con el nido no les importa.

- 1. (…)

- 2. (…)

- 1. ¿No tienes calor?

- 2. Me estoy asando.

- 1. Más te asarás en el infierno, tenlo por seguro.

- 2. Ya lo sé. Me estoy entrenando.

- 1. Yo pensaba que habíamos venido aquí a ver mujeres desnudas como dos corruptos viejos verdes.

- 2. También. Estoy disfrutando del pecado y sufriendo la penitencia, todo al mismo tiempo.

- 1. La playa está llena, no hago más que ver carne, me estoy mareando. La gente está más, mucho más, fea, desnuda que vestida, salta a la vista, ¿no te parece?

- 2. Ya ni se cabe.

- 1. ¿Todas ésas y todos ésos también se entrenan para el infierno?

- 2. Sí, pero todavía no lo saben, ¿no ves la cara de alegría que ponen?

- 1. Incluso hay quien ríe. ¿Por qué ríen?, si no hay nada de qué reír, ¿o es el sol el que les hace poner esa cara de chimpancé?

-2. No sé, pero hablando de caras y de rostros, pocos como el de Pasolini, era impresionante. Su mirada honda y sombría y aquellos pómulos. Era igual que Jack Palance, como observó su amigo Bertolucci.

- 1. Es cierto, además lo mataron en una playa, en Ostia.

- 2. ¿Recuerdas la película de Nanni Moretti, “Caro diario”?

- 1. Por supuesto, el mejor homenaje que se le ha hecho.

- 2. Una simple motocicleta recorriendo las playas de Ostia.

- 1. Y la cámara detrás.

- 2. Es curioso como una cosa tan sencilla puede llegar a ser tan reveladora y emocionante. Tan estéticamente bien lograda y llena de simbolismo.

- 1. La cámara se mueve, sigue y persigue al director, Moretti, montado en una vespa, delante, a marcha lenta, suave, paseando, buscando el lugar donde fue asesinado Pasolini.

- 2. Una magnífica secuencia.

- 1. ¿Alguien recuerda a Pasolini?

- 2. Pocos creo. El paisaje es árido y solitario aunque esté lleno de cosas.

- 1. Todas las playas son así.

- 2. Antiguamente, antes de convertirse en lugares de ocio, las playas eran un lugar inhabitable por definición, un desierto delgado, estrecho.

- 1. Horizontal, una línea.

- 2. Sí, es verdad, la línea, el laberinto perfecto de Borges.

- 1. Las playas de Ostia están llenas de arquitectura barata, barracas, cabañas y chozas hechas de cañas, uralita y maderas. Todo es un desecho.

- 2. Pero es un desecho auténtico, verdadero.

- 1. No como las playas modernas llenas de feos rascacielos. Aunque Benidorm termina también por tener su encanto. Se llega a la belleza por caminos inescrutables.

- 2. Hablando de ella. al final Moretti encuentra lo que está buscando y nos muestra el monumento funerario que le erigieron, en el mismo lugar donde hallaron su cuerpo. Una birria de monolito. Es grotesco.

- 1. Es lastimoso, sería mejor derribarlo. Es un insulto de lo feo que es. Es casi una ofensa a su memoria y al buen gusto. Es un monumento que hiede, que apesta.

- 2. Justo al lado de un pequeño campo de fútbol, un campo de tierra y polvo.

- 1. Casi tocando una de sus porterías, es una bella metáfora visual. Al lado de una puerta.

- 2. ¿De una puerta al Cielo o al Infierno?

- 1. Al Cielo, sin duda. Una pobre portería de fútbol es una entrada al Cielo, es evidente. Donde para permitirte entrar te preguntarán…

- 2. Si crees en la amistad. (*)

- 1. (…)

- 2. (…) Y toda la escena de Moretti acompañada de una música adecuada.

- 1. Más que adecuada, “The Köln concert” de Keith Jarret.

- 2. Esa escena siempre me recuerda mi infancia y los días de playa con mis padres y mi hermano y todo el resto de la familia. Y me recuerda también la “Dolce Vita” de Fellini y su triste escena final.

- 1. O aquella otra en la que Mastroianni intenta escribir en un restaurante de playa con techo de cañas, medio transparentando la luz, donde los rayos del sol parecen lanzas.

- 2. Y no puede escribir.

- 1. Claro que no, no puede hacerlo con un ángel al lado.

- 2. ¡Qué bella es aquella jovencita!, la camarera.

- 1. Una preciosidad, un verdadero ángel de Fra Angélico.

- 2. Pero Mastroianni i prefiere el monstruo surgido del mar.

- 2. Se queda con Anouk Aimée, otra belleza.

- 1. Distinta.

- 2. Completamente distinta, misteriosa y oscura, la belleza de una verdadera mujer.

- 1. Que tiempo después interpretó la versión cinematográfica de “Justine” de Durrell.

- 2. Era la única que podía interpretar ese papel.

- 1. ¿Por qué?

- 2. Por la mirada, hay pocas mujeres que sepan mirar así.

- 1. ¿Cómo así?

- 2. Matándote.

- 1. Eres un romántico. ¿Tú crees que Mastroianni se queda con ella?, a mí no me lo parece

- 2. Tienes razón, él se queda solo, pero ella seguro que no, siempre hay alguien acompañándola, uno o varios.

- 1. ¿A quién te refieres de las dos? ¿Anouk o Justine?

- 2. No seas malo. ¿Qué más da?

- 1. No es una gran película, pero es un gran libro.

- 2. El otro día, con unos amigos recordábamos “The Dublineses”, de Joyce y “El Gatopardo” de Lampedusa. Los dos unos grandes libros y al mismo tiempo unas magníficas películas de Houston y Visconti.

- 1. Angélica Houston transportada al escuchar “The lass of Aughrim”, mientras su marido la observa callado con el más sincero y profundo amor.

- 2. El amor de un verdadero hombre por su esposa.

- 1. (…)

- 2. (…)

- 1. ¿Recuerdas el inicio del Gatopardo?

- 2. Las cortinas.

- 1. Las cortinas blancas ondeando al viento, mientras toda la familia, arrodillada, reza el rosario ahogados en ese calor siciliano.

- 2. (…)

- 1. (…)

- 2. Una vez leí un texto sobre Pasolini y su asesinato. Creo recordar que era de Benjamín Prado, donde citaba la canción de Bob Dylan “¿Who killed Davey Moore?”

- 1. La recuerdo, sí, muy adecuada la comparación. ¿Hoy en día, alguien le canta a los boxeadores?

- 2. No estoy seguro, pero a los balleneros ya te digo yo que no, lo tengo confirmado.

-1. Y a los peleteros tampoco, no me hagas reír, eres un “boludo” como diría cualquier argentino.

- 2. ¿Cómo van los negocios?

- 1. Mal.

- 2. ¿Vamos a darnos un baño?

- 1. Vamos. Prefiero oler a pescado dentro que fuera del mar.

- 2. Por suerte no te ha oído ninguna mujer decir eso.

- 1. Por eso lo he dicho.

Los dos se levantan y se marchan al trote, como si la arena quemase.
Se apagan las luces y se oye un…


¡¡SPLASH!!