Diari de tardor
(1)
The Counselor, dirigida per Ridley Scott i guió de Cormac
McCarthy, narra la història d'un prestigiós advocat que té greus problemes
econòmics. Per solucionar-los i així poder també casar-se amb la seva noia,
decideix introduir-se al món del tràfic d'estupefaents, en concret, en el de la
cocaïna. Per fer-ho, es trasllada a la frontera dels Estats Units amb Mèxic on
s'alia amb un narcotraficant per vendre un carregament valorat en vint milions
de dòlars. Quan res surt tal i com ho havien previst, membres del càrtel que no
han cobrat els diners, segresten la seva xicota per matar-la. Desesperat
contacta per telèfon amb un dels caps per intentar salvar-la fins i tot
intercanviant-se per ella.
-----------------------------
Diario de otoño (1)
The Counselor, dirigida
por Ridley Scott y guión de Cormac McCarthy, narra la historia
de un reputado abogado que tiene graves problemas económicos. Para
solventarlos y también así poder casarse con su chica, decide introducirse en
el mundo del tráfico de estupefacientes, en concreto, en el de la cocaína. Para
ello, se traslada a la frontera de Estados Unidos con México, donde se alía con
un narcotraficante para vender un cargamento valorado en veinte millones de
dólares. Cuando nada sale como lo habían planeado, los miembros del cártel que
no han cobrado el dinero secuestran a su novia para matarla. Desesperado contacta
por teléfono con uno de los jefes para intentar salvarla incluso intercambiándose
por ella.
-Sí, pero sólo puedo decirle lo que ya le dije a nuestro
amigo. No hay nadie con quien hablar.
-¿Podría ir a “The Florida”?
-“The Florida” está cerrado.
-Haré lo que sea que me sugieran.
-No tengo sugerencias, Abogado.
-Podríamos reunirnos en algún lugar.
-Nos estamos reuniendo ahora.
-No estoy seguro que entienda mi posición.
-Claro que sí, Abogado. Las acciones tienen consecuencias que
producen nuevos mundos y todos son diferentes. Hay cierto mundo en el que los cadáveres
se entierran en el desierto. Hay otro en que los cadáveres se dejan a plena
vista. Y todos estos mundos, hasta ahora desconocidos para nosotros, deben de haber
estado siempre allí, ¿no es cierto?
-No lo sé.
-¿Dijo algo?
-No sé lo que decía.
-Abogado, en algún punto debe reconocer la realidad del
mundo en el que vive. No hay otro mundo. No es un hiatu.
-Hiato
-¿Cómo?
-Creo que la palabra es “hiato”.
-¿Puede deletreármela?
-H – i – a – t – o
-Hiato. Gracias, Abogado.
-¿Me ayudará?
-Le insto a ver la verdad de la situación en la que se
encuentra, Abogado. Ese es mi consejo. No me toca decirle lo que debió o no
debió haber hecho. El mundo en el que usted busca enmendar los errores que
cometió es diferente del mundo en el que se cometieron dichos errores. Ahora se
encuentra en esa encrucijada. Y usted quiere elegir, pero ya no hay elecciones
que tomar. Sólo le queda aceptar. Las decisiones se tomaron hace mucho tiempo. ¿Sigue
ahí, Abogado?
-Sí.
-No quiero ofenderlo, pero hombres reflexivos a menudo se
encuentran en un lugar muy alejado de las realidades de la vida. En todo caso, deberíamos
preparar un lugar listo donde podamos acomodar todas las tragedias que tarde o
temprano llegarán a nuestras vidas. Pero este es un recurso que muy pocas personas
emplean. ¿Conoces la poesía de Machado?
-Conozco su nombre.
-“Caminante no hay
camino, se hace camino al andar”. Excelente poeta. Machado era maestro de
escuela y se casó con una muchacha muy joven y bella. Y la amaba mucho. Y ella
murió. Y entonces él se convirtió en un gran poeta.
-No voy a convertirme en un gran poeta.
-No, tal vez no. Pero incluso si lo hiciera no le serviría
de nada. Machado habría cambiado cada palabra, cada poema, cada verso que
escribió por una hora más con su amada. Y eso es porque cuando se trata de
dolor, las reglas normales de intercambio no se aplican, porque el dolor
trasciende al valor. Un hombre daría naciones enteras para sacar el dolor de su
corazón y, sin embargo, no se puede
comprar nada con el dolor. Porque el dolor no vale nada.
-¿Por qué me dice esto?
-Porque usted continúa negando la realidad del mundo en el
que está. ¿Ama tanto a tu esposa, tan completamente, que intercambiaría su
destino por el de ella? Y no me refiero a morir, porque morir es fácil.
-¡Sí! ¡Sí, maldita sea!
-Es bueno saberlo, Abogado.
-¿Qué está diciendo? ¿Dice que eso es posible?
-No. Es imposible.
-Dijo que yo era ese hombre, en la encrucijada
-Sí. En el entendimiento que la vida no le permitirá dar
marcha atrás. Usted es el mundo que ha creado, y cuando usted deje de existir
este mundo que ha creado también dejará de existir. Pero para aquellos que entienden que están viviendo los
últimos días del mundo, la muerte adquiere un significado diferente. La
extinción de toda la realidad es un concepto que ninguna resignación logra
abarcar. Y entonces, todos los grandes proyectos y los grandes planes quedarán
finalmente expuestos y revelados tal lo que son. Y ahora, Abogado, debo
dejarle, he de colgar para hacer otras llamadas. Si tengo tiempo creo que
tomaré una pequeña siesta.