lunes, 26 de octubre de 2009

El peletero/Conversaciones con "El Gordo" (6)



9 Febrero 2009

6. Alicia.

¿Has leído “Alicia en el país de las maravillas”, peletero?

Sí, lo leí en Ostende, cuando estuve en el ejército. Aquella fue una buena época, pagaban bien. En cambio, cuando más tarde empezamos a morir…

Cuando nos empezaron a matar pagaron mejor, ¿verdad?, ¿tú también estuviste allí?

Nunca me he ido. ¿Por qué me preguntas eso de “Alicia”, Gordo?

He leído en otro contexto, fuera del propio libro, una frase de la Reina de corazones que decía que había que recordar también el futuro.

Es un oxímoron demasiado fácil, poco elaborado, es igual que decir que hay que predecir el pasado.

Uno que me gusta es el título de la última película que filmó Stanley Kubrick, “Eyes Wide Shut” (Cerrar los ojos de par en par). La historia tiene una moraleja tonta con un remedo vulgar de aquella famosa anécdota de “Citizen Kane”.

Casi toda la literatura está cimentada en el recuerdo, Gordo, ya lo sabes. Esa anécdota que citas y no cuentas, igual que no explicas en qué consiste un oxímoron, es un buen y un dulce ejemplo de ello.

Tienes razón, peletero, no la cito porque sé que te duele recordarla, la anécdota literaria y la tuya propia. La vivida, al fin y al cabo, es una tontería sentimental y cursi. La literaria en cambio tiene su gracia al escenificar poéticamente un instante. Es una muchacha que viste, cuando eras joven y durante escasos segundos en el autobús o en el metro. Ella no te vio a ti, nunca ha sabido que existes, y desde entonces no ha pasado ni un solo día de tu vida sin que la recordaras, con nostalgia y ternura.

Tú cuentas la anécdota de “Citizen Kane”, que es mucho más inocente, suave, dulce, y casi adolescente, es diferente a esa otra que la protagonista le confiesa a su esposo en “Eyes Wide Shut”. La de Kubrick es ruda y dura, no me gusta.

Es nefasta, peletero, a mí tampoco me gusta.

¿Nefasta, dices?

Sí, funesta, conduce al abismo, a ese agujero, ese pozo negro en forma de hombre bello con el que ella estaba dispuesta a irse, abandonándolo todo por él, familia, esposo, hijo, todo por ése que solamente ha visto unos escasos momentos.

Tienes razón, Gordo, pero es extraño que lo digas tú.