13 Octubre 2009
Cada día te veo pasar por delante de mi tienda, tras los cristales recorres una y otra vez el mismo camino, desfilas mil veces arriba y abajo. Unos días vienes desde la derecha, otros en cambio apareces por la izquierda.
Eres amarilla y verde, eres negra y roja. Hace un tiempo fuiste blanca. Ahora te tiñes el pelo, pero antes usabas pantalones estrechos.
Pasas y me miras o te detienes curiosa para contemplar las fotos y los vestidos. Te vas rápida y decidida, igual como llegaste, resuelta y siempre satisfecha.
Algunos días compras y otros solamente preguntas mientras me observas.
Al irte quizás me perdones algún terrible pecado que jamás he cometido.