lunes, 26 de abril de 2010

El peletero/La filosofía corta (6)


22 Enero 2010

La boca y un pato colgado de la pared.

“¿Por qué tratas de controlar aquello que no puedes disimular?”, le preguntó ella con aire enojado, "pareces un pato tratando de caminar".

“Porque soy un caballero”, le respondió su marido herido por los celos.

“Eres un hipócrita”, le espetó ella.

“Estás equivocada, no me interesan las mentiras, pero me seduce la verdad”, le contestó alzando la mirada y orgulloso de sí.

“No comprendo qué quieres decir”, afirmó con aire inocente.

“Vas en busca de sentimientos como un perro hambriento tras un hueso”. Al responder, el sudor dejó de resbalarle por su rostro y se detuvo formando pequeñas gotas en la comisura de su boca que trataba de sonreír.

“¿Crees que tus palabras me ofenden?”, le preguntó su esposa, procurando que las suyas adquirieran un tono irónico.

“Claro que no, querida, ya sé que no te ofenden, solamente hay un ser en este mundo al que puedo ofender”.

“¿A quién?”

“A Jesús”, le respondió tajante y con aire tan sereno como forzado.

“No me hagas reír”, le respondió ella tocándose la enorme barriga de embarazada a punto de parir. “A cuento de qué me nombras ahora a Jesús, hace años que dejaste de ser cristiano”.

“Dejé de serlo, pero lo fui, lo fui como lo fuimos todos, no lo olvides, todos fuimos eso, cristianos”, reconoció avergonzado.

“No consigues desprenderte del sentimiento de culpa y del temor al castigo, me das lástima, esposo mío”, lo acusó ella, segura y convencida de sus palabras.

“En cambio tú te crees impune, querida mía. Ésa es una mala manera de ser libre”. Le respondió triste y decepcionado, mirando entre sorprendido y desilusionado el vientre hinchado de su esposa.

“¿Impune?, no te entiendo, soy hija de mi tiempo, nada más”. Y se fue.

(La anterior conversación es un parafraseo desordenado de extractos de conversaciones oídas en: “Syskonbädd 1782”, (“My sister, my Love), película dirigida por Vilgot Sjöman el año 1966)