martes, 20 de octubre de 2009

El peletero/Conversaciones con "El Gordo" (2)


28 Enero 2009

2. El heterónimo.

Ya sé que se ha hecho antes y Pessoa lo logró de manera magistral. Todos repetimos el mismo gesto al comer y los restauradores inventan nuevos platos igual que cocinan viejos.

No pretendo ni oso emular al portugués ni a otros que como él usaron los mismos trajes. Solamente deseo repetir a mi modo aquello que unos antes han repetido de otros y de esta manera, sucesivamente, perpetuar el eco.

Así pues, los siguientes capítulos pretenden ser, modestamente y más mal que bien, una reflexión desordenada y con poca ilación sobre el simulacro, la representación y el remedo, esos intentos falsarios por sustituir una cosa por otra en un ardid engañoso y embaucador. Ésa es siempre una pretensión vana, extraña y permanentemente fracasada.

De ese fracaso, y de su consiguiente desengaño y desilusión, se desprende y pende, como un hilo de su ovillo, la identidad.

Para hablar de ello he pensado que lo más adecuado es desarrollar una conversación entre dos protagonistas imaginados que no seres reales de carne y hueso, “El peletero” y “El Gordo”. Los dos son sendos personajes literarios, y al serlo no tienen identidad puesto que carecen de una voluntad propia, independiente y libre. Ambos son, por tanto, un mero producto de ficción, un simulacro de otra cosa, pues el segundo es un invento del primero y el primero lo es mío. Yo creo y fabrico al “peletero” y finjo que él escribe las historias del “Gordo”. Eso ha sido así a lo largo de muchos meses, y aunque la idea empezó mucho antes, no se materializó hasta que no abrí un blog titulado precisamente “El peletero”.

Un blog es una página abierta al mundo en la que si lo permites, esa es su esencia, cualquiera puede entrar y dejar escrito su comentario, oportuno, apropiado o completamente fuera de lugar. Si eres educado respondes, y lo haces según tu parecer, de mejor o de peor manera, aparentando ser tú mismo, o bien un canalla, quizás un caballero gruñón, o fingiendo incluso ser el mismísimo faraón. Para que eso ocurra primero tienes que ser visible, darte a conocer. Tal cosa solamente se consigue visitando los demás blogs, las páginas abiertas de los otros, siendo tenaz y persistente. Si miras te ven, si hablas te hablan, si vas vienen. Es igual que en la vida real, pero con una diferencia notable, es más fácil mentir y construir una identidad falsa, eso que hacemos todos en la vida “analógica”, unos más y otros menos, algunos pocos mucho, y otros muchos poco, o viceversa. ¿Por qué?, quizás por esa razón que menciona Pico della Mirandola, porque nuestra identidad no está definida de antemano y todos queremos ser dueños de la nuestra. O eso decimos que queremos.