Hemeroteca peletera.
Jueces, políticos y
financieros.
El otro día, al despertar, no
supe reconocer la cama en la que dormía. Primero pensé que me hallaba en una, pero
luego descubrí que me encontraba en otra. Me sucede a menudo y me preocupa, si
confundo las camas puede que también confunda a las personas.
Desconcertado me puse a
pensar mientras la luz del día llenaba la habitación.
Recordé que la semana pasada
había vendido mi pequeña y querida colección de Playboys en el mercado de Sant
Antoni, me pagaron un euro por revista, tenía más de 30, casi cuarenta, bien
escogidas y seleccionadas después de largos años de ser un ferviente admirador
de sus modelos eróticas. En cambio, por una de sus rivales, de la que también
era muy adepto y devoto, el Penthose, no daban ni un triste céntimo, es
curioso, ¿no? Albert y yo se lo comentábamos el otro día al hermano de mi
novia, le decía en diferentes mails:
L’altre dia ens varem vendre, al Mercat de Sant Antoni, els Playboy per 1
euro, en canvi, dels Penthouse no en volen saber res tot i que les noies que
surten són també molt mones, estan estupendes i ho tenen tot molt ben posat i
al seu lloc. Al menys em va servir per donar-los una ullada i recordar altres
temps.
Simple nostàlgia.
Simple nostàlgia.
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El Penthose sempre va ser un secundari en relació al Playboy, però les nenes no desmereixien gens ni mica,
eren també força “interessants” en un sentit ampli, o molt restringit, del
terme, segons cóm o què es miri.
El Playboy responia a un model molt americà, directe i més carnal, la
il·luminació era uniforme i les noies contundents i planeres, que no planes,
naturals, obertes, feien honor a la dita: “what you see is what you get”.
En canvi el Penthose era més subtil, tenia més glamour encara que les
postures procuraven ser també més marranes i “peludes” en una molt encertada i
estimulant combinació eròtica.
En fi, ja t’he dit, pura nostàlgia.
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I l’Albert afegia:
La bona era Playboy, l'americana sobretot, i la que va dels 40 als 60, i
una mica els 70. Tot es comença a espatllar (al Playboy i a tot arreu) als 80,
la tonteria i tot plegat. El Hermano Lobo, es clar que és un tresor. En Chumy
Cumez el millor. Tinc a casa (a casa) un Triunfo amb un dibuix d'ell en el que
es veu un pobre home al llit molt fotut, i al seu costat la mort amb la dalla
que li diu; "cierra los ojos y abre la boca". Demà a la tarda o
dissabte aniré a veure l'exposició sobre La Codorniz.”
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También hablamos de Hermano
Lobo que tampoco quiere nadie ni regalados, ni La Codorniz ni los Destino
ni los Triunfo. Todo cambia, lo que ayer valía hoy ya nadie le presta
atención. Le pregunté a mi novia cómo se masturba ahora la gente si ya no usa
revistas, y me respondió que lo hacen on
line.
¿Todo cambia?
“Hubo un tiempo en que
tanto jueces como financieros casi nunca eran noticia. Los unos se dedicaban a
administrar justicia y los otros a los negocios. Sus destinos casi nunca se
cruzaban. Pero ahora están de constante cortocircuito con la incorporación de
políticos y periodistas. La mezcla está siendo explosiva hasta el punto de que
cualquier noticiario o portada de diario no puede prescindir de ninguno de
ellos. Y esto no es bueno para el normal funcionamiento de una sociedad que
asiste pasmada ante cuanto ocurre. El litigio entre Javier de la Rosa y Manuel Prado se ha
envuelto además, con un supuesto chantaje contra la figura del Rey. Y el juez
García Castellón denuncia un artículo de prensa y teme ser objeto de extraños
accidentes en su coche particular. El juez Garzón, por su parte, tiene que
suspender las acciones sobre el Cesid después de ser admitido el conflicto
presentado por el Ministerio de Defensa. El ciudadano se puede perder en este
laberinto financiero-político-judicial. Ante tan complejo panorama sólo cabe
que la acción de la justicia siga su curso, sin presiones de nadie y con la
colaboración de todos. Tanto los supuestamente afectados, ya sean políticos,
financieros o, si se da el caso, también periodistas. El país tiene que salir
lo antes posible de esta inquietante y profunda pesadilla.”
(“Jueces, políticos y
financieros”, Lluís Foix, La
Vanguradia de Barcelona, 15 de noviembre de 1995)
Lluís Foix se equivoca porque
lo largo de la historia los políticos y los financieros han sido,
invariablemente, noticia, de la misma forma que los periodistas, tal vez con
otros uniformes, de reyes o de bufones, de mandarines o de soldados. En las
sociedades humanas sucede igual que en la naturaleza, los nichos ecológicos
nunca se encuentran vacíos, sufren una extraña clase de horror vacui, igual
que ellos, los nichos de poder siempre están ocupados por alguna especie, por
brontosauros o por hipopótamos, por reptiles o por mamíferos, da igual, la
función la ejerce alguien, haya ganado unas elecciones, pasado unas oposiciones
a funcionario del Estado, haya constituido un cártel en Medellín, fundado una guerrilla
o lo hayan castrado para convertirlo en eunuco del harén.
Hoy será un día movido, lleno
de sobresaltos en el que habré de tomar decisiones graves y trascendentales,
redactar complicados correos donde deberé exponer con claridad mis necesidades
sin delatar demasiado mis intereses verdaderos, no mostrarme excesivamente
débil, dar confianza y decir las cosas claras exigiendo responsabilidades,
estando siempre atento, con los ojos bien abiertos, para observar, con todo
detalle, lo que ocurre a mi alrededor. Sólo al final del día podré abandonarme,
descansar y revisar mi vieja hemeroteca, un pasatiempo inofensivo mientras hago
planes y calculo probabilidades y riesgos, y llego a una triste conclusión: que
las bonitas chicas del Playboy valen solamente un euro y las del Penthose nada.
Las cortinas de la ventana de
mi habitación dibujan un curioso arabesco cuando el sol las atraviesa por la
mañana, debería lavarlas, pero me parece que ya no es necesario, pronto me iré y
otros lo harán por mí. Ellas fueron la causa de una de mis peleas con Mary, es
laborioso descolgarlas y casi no caben en la lavadora, mojadas pesan una
tonelada y tendidas llegan hasta el piso de abajo.
El techo necesita también una
limpieza y una buena capa de pintura, y el fino y maldito encaje de esas sucias
cortinas que filtran la luz me hace filosofar sin remedio que las mañanas son
duras, que el sueño es un pozo sin fondo y que el día una carrera que nunca consigo
ganar.
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(*)
El otro día vendimos, en
el Mercado de Sant Antoni, los Playboy por 1 euro, en cambio, de los Penthouse
no quieren saber nada aunque las chicas que salen son también muy monas, están
estupendas y lo tienen todo muy bien puesto y en su lugar. Al menos me sirvió
para darles un vistazo y recordar otros tiempos.
Simple nostalgia.
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El Penthose siempre fue un
secundario en relación al Playboy, es cierto, pero las niñas no desmerecían lo
más mínimo, eran también bastante "interesantes" en un sentido
amplio, o muy restringido, del término, según cómo o qué se mire. El Playboy respondía a un modelo muy
americano, directo y más carnal, la iluminación era uniforme y las chicas
contundentes y llanas, que no planas, naturales, abiertas, hacían honor al
dicho: "what you see is what you get".
En cambio el Penthose era
más sutil, tenía más glamour aunque las posturas procuraban ser también más
marranas y "peludas" en una muy acertada y estimulante combinación
erótica.
En fin, ya te he dicho,
pura nostalgia.
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Y Albert añadía:
La buena era Playboy,
la americana sobre todo, y la que va de los 40 a los 60, y un poco los 70. Todo se
empieza a estropear (el Playboy y en
todas partes) en los 80, la
tontería y todo eso. El Hermano Lobo, claro que
es un tesoro. Chumy Cumez el mejor. Tengo
en casa (en casa) un Triunfo con un dibujo
de él en el que se ve a un pobre hombre en la cama muy jodido, y a su lado la muerte con la guadaña que le dice; "cierra los ojos y abre la boca". Mañana por
la tarde o sábado iré a ver
la exposición sobre La Codorniz."
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