miércoles, 12 de diciembre de 2018

Antonio Machado no tenia raó.



Diari de tardor (12)

Antonio Machado no tenia raó

No la tenia quan va escriure:

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Proverbios y cantares. (Campos de Castilla)

I no tenia raó perquè al final sempre són les dues Españas, no pas una de sola, las que ens gelen el cor.

Sí, en canvi, la va encertar de ple Jaime Gil de Biedma quan amargament va poetitzar  l’evidència de que:


De todas las historias de la Historia
sin duda la más triste es la de España,
porque termina mal.

Per què?, per què sempre acaba malament la història d’Espanya? La resposta és molt fàcil i molt evident també, tant com el motiu d’aquell escorpí que no va poder evitar matar al mig del riu a la granoteta que el transportava. Tenia tota la raó el Sr. Pablo Casado quan va afirmar fa uns dies que Espanya no ha estat mai un país colonialista com altres, sinó que només volia (i suposo que segueix volent) fer gran Espanya, es a dir, convertir en espanyols els que no ho són. Més clar impossible, tant com l’aigua del riu que es va empassar la granoteta i amb ella també l’escorpí.

No, no som un sol poble.

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Diario de otoño (12)


Antonio Machado no tenía razón

No la tenía cuando escribió:

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Proverbios y cantares. (Campos de Castilla)

Y no tenía razón porque al final siempre son las dos Españas, no una sola, las que nos hielan el corazón.

Sí, en cambio, acertó de pleno Jaime Gil de Biedma cuando amargamente poetizó la evidencia de que:

De Todas las historias de la Historia
sin duda la más triste es la de España,
Porque termina mal.

¿Por qué?, ¿por qué siempre termina mal la historia de España? La respuesta es muy fácil y muy evidente también, tanto como el motivo de aquel escorpión que no pudo evitar matar en medio del río a la ranita que lo transportaba. Tenía toda la razón el Sr. Pablo Casado cuando afirmó hace unos días que España no ha sido nunca un país colonialista como otros, sino que sólo quería (y supongo que sigue queriendo) hacer grande España, es decir, convertir en españoles a los que no lo son. Más claro imposible, tanto como el agua del río que se tragó la ranita y con ella también al escorpión.

No, no somos un solo pueblo.