25 Noviembre 2009
La vida prehistórica.
“Andaban con pies planos en extremidades cortas y pesadas acabadas en garras. La cola era larga, el encéfalo pequeño y los dientes eran menos eficaces que los de un gato para desgarrar o cortar carne” (1), a pesar de ello fueron conocidos como “dientes de carnicero”, eran carnívoros primitivos.
En cambio, a los modernos se les llama “pies partidos” o “pies de aleta”, como si fueran peces en lugar de animales terrestres, husmeadores y astutos.
Nuestras gatas tienen “encéfalos mayores, un oído más fino, caninos más desgarradores, molares más trituradores y extremidades mucho más largas”(1), aunque no tanto como las de Carmencita, una auténtica mordedora lenta.
Carmencita era la amiga de Encarnita, la hija de mi tío Felipe, el que se casó dos veces, una después de otra, con la misma mujer, Juliette, francesa de Burdeos y que inauguró mi playa con el primer bikini de mi vida, el más pequeño que mis ojos han visto jamás, rojo y amarillo, “à petit pois » como si fuera la bandera de algún club deportivo:
Sur une plage il y avait une belle fille, qui avait peur d'aller prendre son bain. Elle craignait de quitter sa cabine, elle tremblait de montrer au voisin. Un deux trois elle tremblait de montrer quoi. Son petit itsy bitsy teenie weenie tout petit petit bikini, qu'elle mettait pour la première fois. Un itsy bitsy teenie weenie tout petit petit bikini. Un bikini rouge et jaune à petit pois. Un deux trois voilà ce qui arriva. Elle ne songeait qu'à quitter sa cabine. Elle s'enroula dans son peignoir de bain, car elle craignait de choquer ses voisines, et même aussi de gêner ses voisins. Un deux trois elle craignait de montrer quoi… (2)
(1) »Guía Cambridge de la vida prehistórica », David Lambert.
(2) « Itsy Bitsy Petit Bikini », Richard Anthony
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