martes, 27 de marzo de 2012

El peletero/Teodoro Van Babel (24)


Teodoro Van Babel

24.
Sansón.

La obra más popular de Teodoro Van Babel, “Sansón y los filisteos”, lo encumbró y su éxito también lo abatió, ella, como el retrato de Isaac y Rebeca, está asimismo demasiado cargada de simbología que la oscurece y nubla como un día aciago y estúpido.

Fue una obra políticamente arriesgada que el mundo luterano y de la Reforma aplaudió y que el mundo católico, quizás más cínico y sabio, rebautizó y contrarreformó con el nuevo nombre de “La Verónica”.

La pintura fue encargada por el mismo Obispo, y cuando la vio terminada se llevó una buena sorpresa, se enfadó y manifestó en público su sentimiento religioso ofendido, aunque se recuperó enseguida rebautizándola.

¿La pintura es realmente desconcertante y ofensiva para un católico? Teodoro utiliza el recurso común de representar escenas bíblicas en un ambiente contemporáneo y no se le ocurre nada más provocador que convertir el palacio de los filisteos en una enorme y fantástica catedral gótica, resplandeciente de luz acristalada en plena liturgia cristiana. Los bancos y sus pasillos se encuentran llenos de fieles. El Obispo mismo se dispone a encabezar una procesión que llevará una imagen de la Virgen por las calles de la ciudad.

La luz penetra a través de las vidrieras iluminando el suelo. En un rincón, un prisionero andrajoso, ciego y de cabellos largos y rubios como un león polvoriento es guiado por su lazarillo, una niña. Las manos del hombre se posan en una de las enormes columnas del templo y su rostro inexpresivo se yergue hacia las alturas como queriendo sospesar la enormidad de la mole o suplicando, quizás, la ayuda del cielo para su propósito destructor.

Es en este momento cuando nosotros miramos también hacia arriba y vemos que allí todo es oscuridad.

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Ah, lo que tú quieres saber, jovencito,
quedará como no preguntado, se perderá sin ser dicho.

(...)

Accattone fue una experiencia atosigante y dramática. Me esperaba casi cualquier cosa de mi primera experiencia en un verdadero set de una película excepto asistir al nacimiento del cine. Como es sabido, Pasolini provenía de la literatura, de la poesía, de la crítica, de la filología, de la historia del arte. Sus nexos con el cine habían sido, sobre todo, como escritor: había firmado algún buen guión, pero había sido una relación esporádica, promiscua. Decía que le encantaban las películas de Chaplin y La pasión de Juana de Arco de Dreyer, que había visto en los primeros cineclubs de la posguerra, y una vez yo observé sus lágrimas en la oscuridad al final de El intendente Sansho de Mizoguchi. Pero ya iba al cine, especialmente el domingo en las afueras, para pagar la entrada a sus amigos. Pude apreciar desde el primer día cómo Pier Paolo se transformaba: de cuando en cuando se convertía en Griffith, Dovzhenko, Lumière… Tal y como declaró en numerosas ocasiones, su referencia no era el cine, que conocía poco, sino los primitivos sieneses y los retablos de los altares. Clavaba la cámara delante de las caras, de los cuerpos, de las barracas, de los perros vagabundos a la luz de un sol que a mí me parecía enfermizo y a él le recordaba los fondos dorados: construía cada encuadre frontalmente para convertirlo en un pequeño tabernáculo de la gloria subproletaria. Durante el rodaje de su primera película, día tras día, Pasolini se descubrió inventando el cine, con la furia y la naturalidad de quien, teniendo entre sus manos un nuevo instrumento expresivo, no puede dejar de adueñarse de él totalmente, anular su historia, darle nuevos orígenes, beber de su esencia como en un sacrificio. Yo era su testigo.

(Bernardo Bertolucci sobre P. P. Pasolini: Raíces profundas, en “Palabra de Corsario” Madrid, Círculo de las Bellas Artes, 2005 - Ignoria - 29 de agosto de 2010 por Patricia Damiano)

6 comentarios:

Marga dijo...

Las religiones son pejigueras por naturaleza... en general cualquier doctrina que vea peligrar su poder de convencimiento.

Quién les iba a decir que llegaría un momento que alguien miraría hacia arriba y más allá de verlo oscuro, entendería el porqué de su azul. Y tan satisfecha, oiga, señor Obispo.

Saludos, señor Peletero.

El peletero dijo...

Ninguna doctrina convence, sólo adoctrina. Pero el daño, una vez más, querida Marga, no está en el instrumento. Pocas cosas sé, pero de algo estoy convencido y es que la palabra, y la razón, no tienen fuerza suficiente para vencer al prejuicio, nuestro propio mundo contemporáneo es prueba de ello, y así será por los siglos de los siglos, amén.

Su mismo comentario sobre las religiones lo es, un prejuicio que no atiende a razones, ni históricas ni personales y que en la modernidad se ha convertido en cabeza de turco, en chivo expiatorio de terribles males que las propias doctrinas, supuestamente racionales, han vuelto a cometer.

¿Sabe cuáles son mis blogs preferidos y que sigo con más placer?, los científicos, son una maravilla, precisos, claros, exactos, verdaderos, escritos con una excelente prosa, exentos de lugares comunes y de prejuicios, de juicios de valor, amenos, constantemente reciclados, donde las teorías y las tesis se someten a revisión, divertidos, con personas preparadas, cultas, llenos de belleza poética también, que no dicen tonterías ni se andan por las ramas, con debates en los que no se opina, nadie dice la terrible frase: “es mi opinión, tan válida como la tuya”.

En fin, querida Marga, es mi opinión, tan válida como la de cualquier otro u otra.

Saludos, Sra. Marga.

Marga dijo...

Pues no sé, señor peletero.

Me limitaba a decir que la religión es pejiguera y que es una doctrina, era usted quien mencionaba la actitud de la religión en su post, no yo. Pero además en la época que nos ocupa era algo más que pejiguera, te cortaban la cabeza por poseer una biblia si no estaba escrita en latín. Mi adjetivo era bastante más que amable... Si hubiera mencionado a los príncipes de aquel tiempo mi comentario hubiera ido hacia ellos. No creo pues que se trate de chivos expiatorios.

Sigo sin captar a qué instrumento se refiere, el que yo sí localizo es el instrumento de la fe, y de ahí vienen todas mis reservas hacia ella. Ya me gustaría saber a a mí cuando la historia de la humanidad se ha movido por la razón porque en mis conocimientos sobre nuestra historia nunca he hallado nada semejante. La fe ya fuera en el progreso, en el obrero, en las identidades y hasta en los mercados es quien ha marcado la pauta... pero siempre la fe, la creencia ciega en lo indemostrable, la aplicación del pensamiento mágico y sus símbolos (crucifijos, banderas o valores en bolsa, lo mismo me dan). La base de cualquier religión.

Asi que mis problemas derivan principalmente de ahí. Pero por supuesto que la religión católica, la que nos ocupa, ha tenido su carga de infamias, que no sea la única no significa que no haya sido y sea dañina. Entre otras cosas porque lleva con nosotros el suficiente tiempo como para poder valorarlo y porque su existencia sigue dando por saco en la medida de lo posible. Una aberración como el uso del condón puede que no nos afecte a usted y a mí pero hace estragos en un continente como África. Eso es daño aunque no sea el único en hacerlo, ajá. Palabrita que soy consciente de que el espectro de canallas es amplio. Y sigo sin entender porque no se ha de mencionar, usted me perdonará.



De acuerdo que el mundo se mueve por prejuicios, por lugares comunes y son una lata y difícil escapar a ello. Aunque no todos ellos sean innecesarios, pero este sería otro tema. Y por mucho que intentemos sacudirlos siempre serán más sencilla su aplicación que la reflexión acerca de su existencia.

Pero cuidado, señor Peletero, los contraprejuicios pueden suponer la misma trampa.

Yo también leo esos blogs y más de una vez he visto montarse guirigais por una interpretación. Allí se denominan así, aquí opiniones... qué más dará. No me negará que el debate siempre es enriquecedor por más que a veces no podamos llegar a un punto de encuentro.

Si me permite la expresión, una de mis amigas asegura que las opiniones son como los culos, cada cual tiene el suyo. Cierto es que hay culos más bonitos que otros. Pues así.

Le recomiendo la peli de Lugares comunes, de Aristarain. Si es que no la ha visto ya... no sé si viene a colación pero en cualquier caso tiene un guión que es una delicia.

Saludos de vuelta

El peletero dijo...

Recuerde, querida Marga, que no se puede juzgar correctamente el pasado con los instrumentos del presente. Nuestra querida amiga bloguera, Antígona, siempre nos los recuerda aunque a veces se pase de frenada.

No pienso poner ningún pero, salvo lo dicho, a su alegato racionalista, pero piense también en aquella frase que nos aconseja desconfiar de los sueños de la razón, nuestro pasado siglo XX está lleno de monstruos.

Sólo le diré un par de cosas, o tres.

Los anti prejuicios si se convierten en prejuicios dejan de ser “anti”.

El pensamiento mágico es, por poner algunos ejemplos, el reiki, la litoterapia, la telepatía o la homeopatía, no los mercados.

Dígale a su amiga que la frase de los culos y las opiniones es de Clint Eastwood en uno de sus personajes.

No se enfade conmigo, para hacerla reír un poco le mando el siguiente enlace que es de un muy buen blog de divulgación científica, martillo de magos y otras hierbas.

http://amazings.es/2012/01/11/no-a-las-matematicas-en-la-escuela-publica/

Saludos, y, si me permite, un beso también.

Estoy de acuerdo con usted en eso de los culos, los hay de bien bonitos y otros de no tanto. Hablar de religión es tan peligroso como hacerlo de política o de futbol, todo el mundo se lo toma como una cuestión personal.

Gracias por la recomendación de la película, no la he visto, pero cuando tenga una oportunidad lo haré, gracias.

Marga dijo...

No creo haber aplicado pensamientos del presente en el pasado. Suelo tenerlo muy presente, de lo poquito que puedo salvar de mis tiempos estudiantiles.Se ve que no me expresé bien.

Y no confio en la razón más de lo que lo hago en el ser humano. Lo justito pues. Pero si me gusta creer que otro gallo nos cantara si en las escuelas se enseñara más el método científico. No como panacea pero lo que siempre digo, como mejor punto de partida.

Debe ser que siempre pienso en el mal menor... tampoco parece haber otra opción.

En cuanto a los mercados debe ser que no conoce muchos brokers. No sé si ellos lo haran desde el pensamiento mágico pero al menos venden sus bonos con la misma supercheria, jeje. Palabrita.

Y no hablo de fútbol, sí. y mucho, de política y religión. Y en contra de la homeopatía también que tengo más de un amigo grillao y lo mío me cuesta contenerme y poner buena cara. Nuestras ideas nos definen, al menos las mías lo hacen o espero que lo hagan. Ya, ya sé, usted no está ni meridianamente de acuerdo con eso... pero le perdono, jajaja.

Disfrútela, espero.

Y por supuesto que admito su beso. En general me tomo casi todo menos personal de lo que usted pueda creer. Es sólo que me gusta usar las palabras, cachis!

Voy a cotillear el enlace...

El peletero dijo...

Yo no sé si usted se ha expresado mal, pero de lo que estoy absolutamente convencido es que el que se ha expresado fatal, rematadamente fatal, he sido yo y le pido mil disculpas.

¡¡¡Si estoy de acuerdo con usted en casi todo, querida Marga!!!, ¡¡¡si soy un fan de Mario Bunge!!! Tendría que ver las caras que pongo yo cuando alguno de mis amigos o conocidos me habla de homeopatía o de reiki, ¡¡¡las trifulcas y discusiones acaloradas que he llegado a tener!!!

No confunda el pensamiento mágico con el tentar a la suerte en un casino.

No se puede vivir entre el blanco y el negro ni vivir aprisionado entre las dos Españas. Yo soy, para decirlo muy escuetamente, un conservador que quiere ser fiel a la tradición que le legaron sus padres. Ya sabe que en arte, y en la vida también, todo lo que no es tradición es plagio.

Pero hoy en día los conservadores, como los peleteros, son una especie en extinción.

Nos definen los actos más que las ideas, ya sabe que casi siempre hacemos lo contrario de lo que decimos o pensamos.

Gracias por su perdón, y espero que le guste el enlace.

Saludos.