miércoles, 8 de abril de 2015

Cruella de Vil et moi


Diari de primavera (4)

Cruella de Vil et moi

La Setmana Santa s’ha acabat, estem en plena primavera, però a les nits encara refresca mentre les fulles ja despunten de les branques cobrint la nuesa dels arbres.

La ἐξωµίδος (exomide) era una túnica senzilla, un simple rectangle de llana o de lli que es lligava amb un nus damunt de l’espatlla esquerra i que deixava descoberta la dreta, era la vestimenta dels més humils a la Grècia antiga. El Flamen Dialis, l’alt sacerdot de Júpiter, en canvi, no podia tenir cap nus en la seva vestimenta.

En la Història tècnica i moral del vestit de Maguelonne Toussaint-Samat, llegim que “El nus i el cinturó tenen molts punts en comú que acabaran trobant-se en la corbata, aquest ritual i coercitiu accessori dels signes i convencions socials. Del nus-lligadura, primera tècnica d'unió de les pells, del fil, de la cistelleria, de la fibra i del teixit, descendeixen en línia recta la costura i el punt. Existeixen aproximadament 4.000 nusos diferents; Cliffort W. Ashley ha censat més de 3.800. Els esquimals, per exemple, fan servir, des de fa mil·lennis, per a la costura de les pells, nusos de adobers amb ajuda de budells de foca, destinats a tornar completament estancs els trossos de pells unides que constituiran el seu vestit i assegurar la seva supervivència.”

Fa poc el meu amic Erasme de Rotterdam, quan va passar per Barcelona camí de Roma al anar a  visitar a Ciceró i a Homer, em va comprar, per a fer-los un regal, unes precioses corbates de cuiro negre. I abans d’ahir li vaig vendre un barret de conill estampat a la meva estimada i molt famosa amiga, la cinematogràfica Cruella de Vil, que va popularitzar un personatge odiós per el públic infantil, nens o adults, en una pel·lícula de Walt Disney. La Cruella i jo som amics de tota la vida i més d’una vegada la nostra avinença ha estat a punt d’ultrapassar la línia roja que dona pas a una cosa ben diferent de l’amistat, però per sort o per encert hem sabut mantenir sempre la distància i el caliu necessaris i ser només amics i deixar pels beneïts els plaers, infantils també, de l’amor eròtic.

La Cruella és una dona massa sofisticada per a la gent convencional, té un caràcter difícil i uns gustos i desitjos encara més difícils de satisfer, és una misantropa alhora que una fantasiosa, és també una estrafolària i una neurastènica, està carregada de manies, però, com bona amiga que és, me l’estimo, l’escolto amb afecte, paciència i parsimònia, la deixo dir i a tot li dic que sí, i li dic que sí veient, com si veiés fantasmes o com si em veiés a mi mateix, els invisibles nusos que va trenant amb el fum de la seva cigarreta.

Cada dia està més prima i això em preocupa, li dic que ha de procurar menjar més i deixar de fumar, però no em fa cas, mai em fa cas. Malgrat que ja som a la primavera diu que té fred, que sempre té les mans glaçades i que el fred entra pels peus i pel cap, per això m’ha comprat aquest barret de conill estampat que mostro al final, per conservar, diu, a temperatura corporal els pensaments i els records. Les pells de conill són lleugeres i suaus i aquest barret pesa menys que el que pesa ella de tan prima i esquelètica com està, sembla una fulla de tardor en plena primavera; jo me la miro i remiro i només veig ossos, cada articulació del seu cos és un nus, s’està herboritzant, convertint-se en un arbre, i cada dia que passa se me’n va, s’allunya, es difumina com aquestes fotografies que perden el color per la llum del sol o com si ja se l’hagués endut el vent. Quan sigui de debò un arbre algú farà bona llenya.

Als dilluns de Pasqua els padrins regalen les “mones” als seus fillols i “els nusos són àrees del tronc en què s'ha format la base d'una branca. Quan la fusta es talla en planxes, els nusos són discontinuïtats o irregularitats circulars que apareixen en les vetes. On neixen de les branques de l'arbre, els anells del nus continuen les vetes del tronc; però segons surt a la superfície, les vetes envolten al nus i la branca creix a part.”


Diario de primavera (4)

Cruella de Vil et moi

La Semana Santa ha terminado, estamos en plena primavera, pero por las noches aún refresca mientras las hojas ya despuntan de las ramas cubriendo la desnudez de los árboles.

La ἐξωμίδος (exomide) era una túnica sencilla, un simple rectángulo de lana o de lino que se ataba con un nudo encima del hombro izquierdo y que dejaba descubierto el derecho, era la vestimenta de los más humildes en la Grecia antigua. En cambio, el Flamen Dialis, el alto sacerdote de Júpiter, no podía llevar ningún nudo en su atuendo.

En Historia técnica y moral del vestido de Maguelonne Toussaint-Samat, leemos que “El nudo y el cinturón tienen muchos puntos en común que terminarán encontrándose en la corbata, ese ritual y coercitivo accesorio de los signos y convenciones sociales. Del nudo-ligadura, primera técnica de unión de las pieles, del hilo, de la cestería, de la fibra y del tejido, descienden en línea recta la costura y el punto. Existen aproximadamente 4.000 nudos diferentes; Cliffort W. Ashley ha censado más de 3.800. Los esquimales, por ejemplo, emplean, desde hace milenios, para la costura de las pieles, nudos de curtidores con ayuda de tripas de foca, destinados a volver completamente estancos los trozos de pieles unidas que constituirán su traje y asegurarán su supervivencia."

Hace poco mi amigo Erasmo de Rotterdam, cuando pasó por Barcelona camino de Roma al ir a visitar a Cicerón y a Homero, me compró, para hacerles un regalo, unas preciosas corbatas de cuero negro. Y antes de ayer le vendí un sombrero de conejo estampado a mi querida y muy famosa amiga, la cinematográfica Cruella de Vil, que popularizó un personaje odioso para el público infantil, niños o adultos, en una película de Walt Disney. Cruella y yo somos amigos de toda la vida y en más de una ocasión nuestra avenencia ha estado a punto de rebasar la línea roja que da paso a una cosa bien diferente de la amistad, pero por suerte o por acierto hemos sabido mantener siempre la distancia y el calor necesarios y ser sólo amigos y dejar a los benditos los placeres, infantiles también, del amor erótico.

Cruella es una mujer demasiado sofisticada para la gente convencional, tiene un carácter difícil y unos gustos y deseos aún más difíciles de satisfacer, es una misántropa a la vez que una fantasiosa, es también una estrafalaria y una neurasténica, está cargada de manías, pero, como buena amiga que es, la quiero, la escucho con afecto, paciencia y parsimonia, la dejo hablar y a todo le digo que sí, y le digo que sí viendo, como si viera fantasmas o como si me viera a mí mismo, los invisibles nudos que va trenzando con el humo de su cigarrillo.

Cada día está más delgada y eso me preocupa, le digo que debe procurar comer más y dejar de fumar, pero no me hace caso, nunca me hace caso. A pesar de que ya estamos en primavera dice que tiene frío, que siempre tiene las manos heladas y que el frío entra por los pies y por la cabeza, por eso me ha comprado este sombrero de conejo estampado que muestro al final, para conservar, dice, a temperatura corporal los pensamientos y los recuerdos. Las pieles de conejo son ligeras y suaves y este sombrero pesa menos que lo que pesa ella de tan delgada y esquelética como está, parece una hoja de otoño en plena primavera; yo la miro y la remiro y sólo veo huesos, cada articulación de su cuerpo es un nudo, se está herborizando, convirtiéndose en un árbol, y cada día que pasa se me va, se aleja, se difumina como estas fotografías que pierden el color por la luz del sol o como si ya se la hubiera llevado el viento. Cuando sea de verdad un árbol alguien hará buena leña.

Los lunes de Pascua los padrinos regalan las “monas” a sus ahijados y "los nudos son áreas del tronco en las que se ha formado la base de una rama. Cuando la madera se corta en planchas, los nudos son discontinuidades o irregularidades circulares que aparecen en las vetas. Donde nacen las ramas del árbol, los anillos del nudo continúan las vetas del tronco; pero según sale a la superficie, las vetas rodean al nudo y la rama crece aparte."

2 comentarios:

Marga dijo...

Me gusta mucho este sombrero, muy estiloso...

Aunque yo no suelo llevarlos, reconozco que me parece una prenda muy chula. Y no los llevo porque tengo una cabeza muy pequeña y el pelo muy corto, asi que todos me quedan enormes. Y aún así los que me gustan no pegarían con mi estilo, quedarían incongruentes y tampoco es eso.

De Cruella me gusta ejercer de vez en cuando, aunque sea de risas, pero nadie me hace caso, snif, no me toman en serio.

En cuanto a lo de "querido amigo", muy mal en no haberlo dicho nunca pero mucho peor que usted no fuera consciente ya. Es una amistad diferente a la cercana, por supuesto, pero no por ellos exenta de lazos de aprecio y respeto. No te parece?

Besos sin nudos

El peletero dijo...

Así es querida Marga, tienes toda la razón, además lo dices de la manera adecuada.

Sí que me había dado cuenta, por supuesto que sí, lo malo es que yo tampoco te lo había dicho y las cosas hay que decirlas y no guardárselas.

Casi igual como Flaubeert era Madame Bovary yo soy, o me gustaría ser, Cruella de Vil, pero a mí tampoco nadie me hace caso, nunca me han hecho caso, snifff!, ya sabes, por una oreja les entra y por la otra les sale.

En fin Serafín, eso, besos sin nudos.