Respecte pels gibraltarenys.

Diari de tardor (3)

Respecte pels gibraltarenys.

El passat diumenge Tv3 entrevistava John Carlin al programa Preguntes freqüents. De la conversa vull destacar el tros on va dir que:  “Cuando la política nacional penetra en los procesos mentales y especialmente el tema territorial, País Vasco, Cataluña… Como que se les cruzan los cables, y gente que por lo demás puede ser tremendamente razonable, simpática, ver la vida con sentido del humor, pierde el sentido del humor, pierde la razón y se calientan mucho, se ponen muy nerviosos y actúan de una manera que nada tiene que ver con esa otra España moderna, progresista que también existe. La actitud de Mariano Rajoy me recuerda la actitud de Madrid hacía Gibraltar. El tema de Gibraltar, la política española de hace muchísimos años, más de doscientos, trescientos, ha sido que Gibraltar tiene que volver a ser español, ese es el objetivo de un gobierno  tras otro. Entonces, ¿cómo se consigue esto? Se consigue apelando, para empezar a la lógica. Por supuesto que es absurdo que Gibraltar pertenezca al Reino Unido y que esté donde esté. Pero, con lo cual hay una base lógica para poder intentar convencer a los gibraltareños que cambien de plan. Si quieres convencer a los gibraltareños ¿qué haces?, bueno, diálogo, por supuesto, pero ante todo les muestras respeto, los tratas bien, les das una imagen de lo bonito que sería formar parte de España y la gran bienvenida que tendrían en caso de cambiar de plan y votar en un referéndum, por ejemplo. Sería una buena pregunta, ¿estaría el gobierno español a favor de un referéndum ahí en caso de que la situación cambiara? En cambio lo que he visto en el tema de Gibraltar a lo largo de todos estos años es permanentemente… están como agrediéndoles verbalmente, como sabrás estas tremendas colas que ponen ahí la Guardia civil e inmigración para complicarles la vida… Con lo cual es enormemente contraproducente. Y a eso voy, la enorme diferencia que son sus objetivos que expresan y la manera que actúan que es absolutamente  contraproducente y lo que hemos visto los últimos años, cinco, siete años, con el tema catalán ha sido una variación de lo mismo pero con más intensidad y más frecuencia…”

L‘altre dia també, l‘Empar Moliner deia que pitjor que et peguin és que després neguin que t‘han pegat. Això, afirmava convençuda, és el que passa amb les dones maltractades, el que de vegades encara succeeix amb els gais i amb minories oprimides en general. Ho estem veient aquest dies amb els rohingyes als que Birmània nega gairebé la seva existència. I passa actualment amb els catalans, ho hem comprovat en moltes de les interpretacions del que va ocorre l’1 d’octubre. I passava amb els jueus. Durant segles els han violentat negant que ho fessin, però que ja no. L’Empar Moliner concloïa que els jueus s‘havien guanyat amb molt d’esforç el respecte per evitar que qui els pega o mata després ho negui. Els catalans encara no, estem en el camí d’aconseguir-ho, però és una feina laboriosa que també topa amb l’opinió de molts altres catalans, i, per descomptat, d’espanyols que segur no deuen entendre ni un borrall del que acabo de dir jo o diu el mateix John Carlin quan parla del convenient que seria pels espanyols mostrar respecte pels gibraltarenys.