domingo, 12 de mayo de 2013

El Peletero/Cristina Ruiz



Hemeroteca pelletera

Cristina Ruiz.

L’Albert va conèixer a la Cristina Ruiz a l’autocar de l’ALSA que fa el trajecte de Barcelona a Madrid, triga 8 hores i costa 57 euros anada i tornada. Anava ple i van tenir la casualitat i la sort de ser veïns de seient.

La Cristina pinta seda. L’altre dia el va convidar a una mena de classe magistral de pintura en directe, on ella va fer una de les seves obres davant dels ulls de tots.

L’Albert em va escriure explicant-me cóm havia estat:

“La demostració va tenir lloc a la Casa Basca a Madrid, la Euskal Etxea, és tot un edifici de tres o quatre plantes. Ho van fer a la Cafeteria que hi ha al tercer pis, per això es veuen unes senyores jugant a cartes. 

El noi que surt repartint pastissos també és pintor i han fet alguna exposició junts, es diu Natxo Arteta i fa uns quadres abstractes geomètrics a base de línies i plans, una mena de Mondrian però molt més poètic, a la seva Web ho podràs veure.

A part de pintor fa uns pastissos molt bons, i aquesta va ser una manera original de treure’s uns euros extra. Jo vaig prendre un tros d'un dels pastissos (boníssim) y un gotet de vi, en total em va costar 5,50 euros.

Aquest pintor viu entre Pittsburg (on va néixer i té la seva família) i Madrid.

El vídeo està filmat i produït pel marit de la Cristina, l'Alexey K. (no recordo quin és el seu cognom, ja saps que és rus (de Sant Petersburg). Segueix portant els cabells llargs, abans també perilla, però ara s'ha deixat el bigoti com els dels anys 70, aquella mena de bigotis que varem parlar amb el Lluís a Camponaraya”.

Les imatges es podrien comentar, però el millor es deixar que la mirada es perdi en elles veient a la Cristina pintar-les.



Sabados Dulces en Euskal Etxea %22Seda Natural%22 6 abril 2013 from Alexey K on Vimeo.

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Hemeroteca peletera

Cristina Ruiz.

Albert conoció a Cristina Ruiz en el autocar de ALSA que hace el trayecto de Barcelona a Madrid, tarda 8 horas y cuesta 57 euros ida y vuelta. Iba lleno y tuvieron la casualidad y la suerte de ser vecinos de asiento.

Cristina pinta seda. El otro día lo invitó a una especie de clase magistral de pintura en directo, donde ella hizo una de sus obras ante los ojos de todos.

Albert me escribió contándome cómo había sido:

"La demostración tuvo lugar en la Casa Vasca en Madrid, la Euskal Etxea, es todo un edificio de tres o cuatro plantas. Lo hicieron en la Cafetería que hay en el tercer piso, por eso se ven unas señoras jugando a las cartas.

El chico que sale repartiendo pasteles también es pintor y han realizado alguna exposición juntos, se llama Natxo Arteta y hace unos cuadros abstractos geométricos a base de líneas y planos, una especie de Mondrian pero mucho más poético, en su Web lo podrás ver.

Aparte de pintor cocina unos pasteles muy buenos, y esa fue una manera original de ganarse unos euros extra. Me comí un pedazo de uno de los pasteles (buenísimo) y un vasito de vino, en total me costó 5,50 euros.

Este pintor vive entre Pittsburg (donde nació y tiene a su familia) y Madrid.

El vídeo está filmado y producido por el marido de Cristina, Alexey K. (no recuerdo cuál es su apellido, ya sabes que es ruso (de San Petersburgo). Sigue llevando el pelo largo, antes también perilla, pero ahora se ha dejado el bigote como los de los años 70, ese tipo de bigotes que hablamos con Lluís en Camponaraya ".

Las imágenes se podrían comentar, pero lo mejor es dejar que la mirada se pierda en ellas viendo a Cristina pintarlas.


4 comentarios:

Marga dijo...

Es lo que tienen los viajes... a veces pueden llegar a sorprender si uno tiene los ojos y las orejas abiertas. Y unas cuantas horas por delante.

Me han hecho gracia las señoras peripuestas jugando su partida, como si el montaje que les rodeaba no fuera con ellas. Y así debía ser. Me gustan las mujeres tahúres aunque los naipes me aburran, porque mi imaginación siempre me lleva a pensar que juegan al póker y no a la canasta. Introducir un sesgo canalla y trasgresor en venerables féminas me divierte, qué le voy a hacer!

Lo del arte está muy malito (tengo una amiga grabadora que anda haciendo jabones; lo disfruta, no crea, pero no vende un colín ni de lo uno ni de lo otro) asi que no son de extrañar estas demostraciones multifunción.

Fantásticas esas telas al trasluz de las ventanas!

(Mas o menos me apaño para contestar desde otro navegador. Lo curioso es que en el móvil descargaba a las mil maravillas su página. Estos trastos…)

(Del post anterior haría más de una puntualización. Me limito a estas (ya sabe, me quema morderme la lengua, jeje):
La señora Tatcher no era de clase media baja, su padre nunca fue el ferretero de la esquina, como se empeñan en hacernos ver algunos periodistas poco informados o algo taimados. Papa Tatcher tenía muchos posibles y la infancia del retoño fue algo más que acomodada. Al crecer, la doncella celebró esponsales con un millonario. No suele ser este un hecho muy común en el mundo de los tenderos pero se empeñan en que lo creamos como si tal cosa…
Tampoco fue nunca un buen político. Poseía más bien, una mente cerril y algo obcecada (a decir de sus allegados políticos). Tuvo, eso sí, dos golpes de suerte (algo común a casi todos los incompetentes que del mundo son y han sido. De ahí mi ser descreido, si dios existe siempre apoya con sus bandazos de azar al mal o la idiotez, hay que jorobarse con la omnipotencia): la Guerra de las Malvinas (con lo que obtuvo el apoyo de las mismas clases populares a las que machacaba. Pero ya se sabe, la pulsión y las vísceras de la patria siempre funcionan) y el hallazgo de los hidrocarburos del Mar del Norte (con lo que consiguió más apoyo popular y un pingüe capital con el que financiar sus descalabros).

También tenía algo para el economista que mencionaba anteriormente pero no voy a tentar a la suerte. Yo soy buena gente y seguro que mi post se volatiliza, jeje.

Besos de morera

El peletero dijo...

No se corte, querida Marga, diga lo que le apetezca decir, a mi por lo menos me interesa su opinión que siempre he considerado aunque pueda, en ocasiones, oponerme. Ya sabe que el mundo de los blogs se parece mucho a una sociedad del mutuo elogio o el campo de batalla en el que se gritan, unos a otros, legiones de sordos.

Es verdad, el mundo del comercio (precisemos) del arte está peor que el de la venta de inmuebles. Lo he comentado otras veces, nadie habla de la burbuja económica en el mundo del arte y de las colecciones que atesoran muchos bancos que ya no deben valer ni el peso de la tela en la que las pinturas fueron pintadas.

También tengo a una amiga grabadora, a la que pronto dedicaré un post, que me cuenta lo mismo, no se vende nada, pero nada de nada excepto los valores consagrados, el resto no existe excepto ese arte, para decirlo de alguna manera, esos objetos de decoración que venden los bazares chinos. En el mundo del arte ha sucedido un fenómeno parecido al del comercio en general, lo digo por experiencia, solamente se venden las grandes marcas o las de low cost, o lo muy caro o lo muy barato, el centro es un desierto. Y el negocio, por llamarlo de alguna manera, se encuentra en las rebajas. No sigo porque me alargaría mucho y seguramente a usted este tipo de cosas no le interesan, no lo sé.

Yo no soy un experto en la biografía de la señora Tatcher, a mi únicamente me interesa lo que esos artículos periodísticos dicen de ella y de las consecuencias de su política para todos, consecuencias que pueden analizarse o no, con espíritu crítico o sectario. Consecuencias que, indudablemente, transforman el mundo con nosotros dentro.

Sea como sea a mi me hace gracia que la población cuando guillotina a sus reyes es que ha tomado conciencia, pero cuando sólo ve, por decir algo, programas de tele basura, es que está alienada por políticos perversos o bobos.

Creo que este tipo de controversias sobre los orígenes sociales de las personas caen en el error que critican buscando purezas de sangre o todo lo contrario, manchas de sangre que acrediten o refuten legitimidades, es un elitismo muchas veces más peligroso que injusto que a mis ojos indica que pocas cosas cambian. Sin embargo, es evidente que los orígenes sociales, la leche que nos crió y el horizonte que entrevimos cuando no levantábamos más 10 palmos del suelo, marcan de manera definitiva. Pero más todavía nuestras ambiciones y fracasos, nuestros desengaños siempre nos remiten a la fábula de la zorra que afirma que los frutos del árbol son todavía verdes al no querer reconocer lo contario, que están espléndidamente maduros ya, aunque no los pueda alcanzar. Algo de eso me pareció ver en algunos de los comentarios al último post de Antígona, incluido el mío, aunque mi observación sobre responder o no a las preguntas no era simplemente una cuestión de buena o mala educación.

En relación al artículo del economista espero su comentario, de él solamente quería destacar la capacidad y la fuerza de la irrealidad para hacerse real e influir en los hechos. Los buenos economistas afirman que la economía es una disciplina que estudia los comportamientos humanos y no otra cosa, y aunque el siguiente enlace tiene que ver con monos en algo nos parecemos.

http://naukas.com/2013/04/28/no-somos-tan-diferentes-a-los-capuchinos/?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+naukas+%28Naukas%29

Besos con uvas.

Marga dijo...

Jajaja me ha encantado el enlace! ya sabe que opino que nos diferenciamos poco de otros primates aunque en nuestra inmensa arrogancia nos gusta imaginar que la diferencia es insalvable.

Y estoy de acuerdo con usted, el centro es un desierto y sí, me interesan esos temas. Por razones profesionales y por curiosidad personal, nunca deja de sorprenderme el comportamiento humano. Por eso hago oídos sordos a los economistas, sus teorías suelen darme risa o vergüenza, y pocos son los que me parecen de fiar en sus criterios objetivos. En cuanto a los comportamientos consumistas he observado un hecho que no sé si compartirá, lo que yo llamo la "mala educación del exigente sin gastarse un duro". Consiste principalmente en exigir a un duro lo que vale tres y hacerlo de malos modos, ejerciendo un derecho que uno se pregunta de dónde sale. No, la crísis no nos ha enseñado nada, como mucho nos ha vuelto un poco más imbéciles, si eso era posible.

La fuerza de la irrealidad es lo único que cuenta. De eso si que estoy cada día más convencida, ajá.

Besos pies en el suelo, o su intento

El peletero dijo...

En Economía, querida Marga, no hay criterios objetivos fuera del 2+2=4, y no siempre.

Muchos economistas se empeñan en calificar su oficio de ciencia, y de ciencia no tiene nada, entre otras cosas porque no tiene capacidad predictiva, solamente es una disciplina que sí usa de ciencias como las matemáticas.

El hecho económico se basa, fundamentalmente, en la toma de decisiones, decisiones que toman humanos o máquinas diseñadas por humanos, por ello las derivaciones de los hechos económicos dependen de circunstancias psicológicas como la confianza o el temor, la generosidad o la codicia.

O el resentimiento producido por el agravio o el sentido del equilibrio como es el caso de esos dos monos.

Besos generosos.