Diari de
primavera (15)
Post dedicat als
meus pares.
En un blog que
segueixo irregularment es parla d’un llibre de recent publicació que pretén ser
avantguardista, transgressor, irreverent i provocador alhora, a més de voler
també tenir un bon i subtil sentit de l’humor en la simpàtica paradoxa que suscita
dedicar l’obra als seus pares.
Així és, en un
món com el nostre on no és pas fàcil distingir l’adorn d’un anell de plata que
et perfora el nas d’un moc que penja d’ell tampoc ho és aconseguir ser veritablement
transgressor, irreverent, provocador i avantguardista si estimes als teus pares
i els hi vols dedicar el drac que portes tatuat al braç. És a dir, o ets un
cursi o ets un falsari, o ets un beneit o una mala persona. O no has perdut la
innocència o has perdut la vergonya.
Quan era jovenet
pensava que la veritat era l’eina més irreverent i transgressora que hi podia
haver, que era la que feia més mal i al mateix temps més bé com si fos una
veritable arma afilada de dos talls. Però des de que començo a no entendre la
lògica dels anuncis televisius i la dels resultats electorals penso que no, que
la veritat no ha aclarit ni ha desvelat mai res desconegut, com la mentida no
ha enganyat tampoc a ningú.
Què he de fer,
doncs, si vull ser transgressor, irreverent i provocador, alhora que
avantguardista i causar així l’escàndol? Està clar que si vull ser-ho parlar del
clientelisme en la societat espanyola no és pas gens irreverent ni per aquesta
causa ningú se sent ni assenyalat ni interpel·lat ni escandalitzat. Ho
aconseguiria, en canvi, si parlés de les runes del Pròxim Orient malmeses pels
bàrbars o de la multitud de persones que moren ofegades al mar fugint dels seus
països i dels traficants contemporanis de persones? No ho sé, però penso que
no, la gent està ja saturada de tanta desgràcia i jo no vull ser ni cursi ni
falsari.
M’ho torno a
preguntar: Què he de fer, doncs, si vull ser transgressor, irreverent i
provocador, alhora que avantguardista i causar així l’escàndol?
Podria parlar
indirectament dels meus pares parlant dels meus jueus pelleters de Barcelona, Salònica,
Nova York, Londres, Brussel·les, Paris,
Frankfurt, Leipzig o Buenos Aires. Parlar de jueus sempre és provocador i sempre
molesta algú o altre i molt més si eren pelleters.
Sí, això faré,
parlaré indirectament d’ells, dels meus pares i dels meus jueus, que en bona
part també van ser pares meus, publicant només aquest petit reportatge d’una preciosa
granja de visons nord-americana de Zimbal
Mink. Un ha de conèixer els seus orígens i sentir-se’n orgullós. Si
algú es molesta que canviï de URL.
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Diario de primavera
(15)
Post dedicado a mis padres.
En un blog que sigo irregularmente se habla de un libro de
reciente publicación que pretende ser vanguardista, transgresor, irreverente y
provocador a la vez, además de querer también tener un buen y sutil sentido del
humor en la simpática paradoja que suscita dedicar la obra a sus padres.
Así es, en un mundo como el nuestro donde no es fácil
distinguir el adorno de un anillo de plata que te perfora la nariz de un moco
que cuelga de él tampoco lo es conseguir ser verdaderamente transgresor,
irreverente, provocador y vanguardista si amas a tus padres y les quieres
dedicar el dragón que llevas tatuado en el brazo. Es decir, o eres un cursi o
eres un falsario, o eres un tonto o una mala persona. O no has perdido la
inocencia o has perdido la vergüenza.
Cuando era jovencito pensaba que la verdad era la
herramienta más irreverente y transgresora que podía haber, que era la que más daño hacía y al mismo tiempo más bien producía como una verdadera arma de
dos filos. Pero desde que empiezo a no entender la lógica de los anuncios
televisivos y la de los resultados electorales pienso que no, que la verdad no
ha aclarado ni ha desvelado nada desconocido, como la mentira no ha engañado
tampoco nunca a nadie.
¿Qué hacer, pues, si quiero ser transgresor, irreverente y
provocador, al tiempo que vanguardista y causar así escándalo? Está claro que
si quiero serlo hablar del clientelismo en la sociedad española no es nada
irreverente ni por esta causa nadie se siente ni señalado ni interpelado ni
escandalizado. ¿Lo conseguiría, en cambio, si hablara de las ruinas de Oriente
Próximo dañadas por los bárbaros o de la multitud de personas que mueren
ahogadas en el mar huyendo de sus países y de los traficantes contemporáneos de
personas? No lo sé, pero pienso que no, la gente está ya saturada de tanta
desgracia y yo no quiero ser ni cursi ni falsario.
Me vuelvo a preguntar: ¿Qué hacer, pues, si quiero ser
transgresor, irreverente y provocador, al tiempo que vanguardista y causar así escándalo?
Podría hablar indirectamente de mis padres hablando de mis
judíos peleteros de Barcelona, Salónica, Nueva York, Londres, Bruselas, Paris,
Frankfurt, Leipzig o Buenos Aires. Hablar de judíos siempre es provocador y
siempre molesta a uno o a otro y mucho más si eran peleteros.
Sí, eso haré, hablaré indirectamente de ellos, de mis padres
y de mis judíos, que en buena parte también fueron padres míos, publicando sólo
este pequeño reportaje de una preciosa granja de visones norteamericana de Zimbal
Mink. Uno
debe conocer sus orígenes y sentirse orgulloso. Si alguien se molesta que
cambie de URL.
4 comentarios:
Tienes imágenes muy efectivas aquí: una nariz perforada, una nariz con mocos que cuelgan no solo de las fosas nasales, sino también del arete o el adornejo que hayan decidido ponerse. Ah, no me gustan nada todos estos artificios, ni los tatuajes. Creo que, aparte de afear el cuerpo, ocultan a personas que se esconden, personas quizá no demasiado formadas.
Por cierto, tus padres se sentirán orgullosos de tu post.
Abrazos.
Gracias por sus palabras Isabel. El aro en la nariz o el moco que cuelga de él solamente son elementos descriptivos del paisaje o del paisanaje, como una boina o una verruga, ambas, la boina y la verruga, ya están siendo más irreverentes e incluso vanguardistas que el aro y el moco, no me diga que no tiene gracia.
Igualmente, abrazos para usted.
Una carta a los padres es quizá lo más trasgresor.
Es curioso como nos hemos desprendido de ellos. De tenerlos hasta que la parca los recogiera hasta dejarlos abandonados sin saber que existen, y sólo en menos de 20 años.
El ser humano pagará cara la osadía.
Por cierto, tampoco soy de tatuajes, hoy llamados tatoos, porque ya se sabe el diseño de las palabras también es efectivo.
Salut.
Así es Miquel, la osadía ya la estamos pagando cara aunque todavía no nos hayamos dado cuenta.
Los tatuajes, como las medallas, te las dan los otros si es que consideran que te lo mereces, nunca jamás te las autoimpones tú. Pero eso era así antes, ahora las cosas son diferentes.
Salut.
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